ADABANKIA :
Ruego, en primer lugar, se le dé a este mi escrito al menos la misma publicidad que se le haya dado al escrito que bajo el título de » Clientes buenos y clientes malos en el sector bancario» me han enviado.
Estoy sólo parcialmente de acuerdo con los comentarios vertidos en él pero me centraré ahora en sus carencias o defectos.
Creo no se debe articular, a día de hoy, un escrito sobre ciertos productos bancarios sin mencionar la probada responsabilidad de los gestores bancarios. Si Vd. me habla de duros a cuatro pesetas, yo le contesto que un producto como algunas preferentes ( ¿ preferentes para quién ? ) tenían asignado un interés de un 7% cuando se comercializaron en 2009, es decir, uno, dos o tres puntos por encima de otros en el mercado de entonces. Fueron vendidas sin ninguna publicidad al menos externa y sólo a clientes de los bancos y cajas ofreciéndoselas insistentemente, sin apenas información y en la mayoría de los casos con dinero de depósitos anteriores cancelados para ello y sin cobrarles comisiones por desistimientos como es normal para los demás depósitos. Gran parte de ellos eran clientes de toda la vida confiados en la otrora tradicional lealtad banco- cliente. Por tanto y por otro lado, se rompe la balanza cuando estos productos resulta que son comercializados en otros países europeos de muy distinta manera. Veamos.
En el caso, por ejemplo, de las hipotecas de los pisos en esos países carecen de cláusula suelo y, por supuesto, admiten la llamada dación en pago. Llevamos más de cien años soportando una ley promulgada en tiempos muy distintos a los actuales y, desde luego, muy distinta a la ley actual en otros países.
En cuanto a las preferentes sólo comentar que un producto tan tóxico como los colocados en España se vendería en el extranjero civilizado a unos intereses muy superiores a los de ellas. Es decir, a mayor riesgo mayores intereses como dicta el buen criterio financiero. Lo que resulta pues inadmisible es ofrecer, p.e., un ridículo 5 ó 7 % para un producto bancario cuando se ha demostrado después que la entidad emisora, caja o banco, estaba ya en quiebra al momento de la emisión.
¿ Quienes, pues, de esos preferentistas habrían suscrito esos productos si antes se enteran y/o se les explica que el vendedor/emisor está en ruinas y que en poco tiempo pueden perder todo el dinero?
¿ Acaso el ridículo interés de esos productos mostraba implícitamente la quiebra ?
Hoy todos reconocen que las preferentes y otros productos (más escandaloso si cabe para las subordinadas 2010 que eran a plazo de diez años según el clausulado de venta ), se comercializaron para recapitalizar a las entidades emisoras k estaban ya en quiebra a precios de ganga, o sea, a costa de los defraudados preferentistas y, después, de los accionistas.
Baste citar, finalmente, una de sus cláusulas : el emisor podía amortizar anticipadamente la emisión pero al suscriptor sólo se le prometía poder venderlas en un hipotético «mercado secundario» que derivó en inexistente cuando ya era vox populi el hundimiento de esas entidades ahora ya públicas y, por ende, del valor de las preferentes.
Y no le quepa duda que en las preferentes han sido engañados todos sin las salvedades que Vd. cita.
Esos productos los han suscrito también personas cultas y tituladas que ahora se sienten engañadas y porque el mayor engaño radica, fundamentalmente, en la ignorancia de la situación real en que se encontraban las entidades emisoras.
Y, no le quepa duda de que, desgraciadamente, todos tenemos que ser desconfiados con el sistema. Pero mucho me temo que su artículo, quizá sin pretenderlo, sirva para aumentar la confusión.
Atentamente,
13 de noviembre de 2013
Miguel Dominguez-Gil
Estimado Sr. Director:
Me permito suscribir al 100% todo lo indicado por D. Manuel Domínguez-Gil.
Yo soy uno de esos casos: cliente culto,. con 2 carreras superiores, muy antiguo en la entidad (más de 25 años) con cuenta corriente en la sucursal XXXX en la calle XXXXX de Madrid capital. Tras un divorcio por el que recibo una compensación económica por mi parte del piso común, en Caja Madrid me permiten cancelar anticipadamente un depósito para invertir 50 k€ en preferentes en pleno més de agosto de 2009. Me revenden preferentes, que ya valían un 5% menos, como poco, con un recargo del 1%, sin haber suscrito el test de idoneidad, el cual me remiten posteriormente. Contesto con un correo pidiendo deshacer la operación, y tanto la gestora comercial como su directora, por distintas circunstancias, no están en ese momento presentes en la oficina,. estando yo además de vacaciones en levante. Posteriormente, en un contacto directo,. sin papeles, en la oficina, me convencen para continuar con la operación,. gracias a asegurarme, como ha declarlado a los medios D. XXXXXX XXXXXX, ex-director de sucursal de Caja Madrid de Linares, despedido por Blesa por pagar de su bolsillo pequeñas cantidades a preferentistas decepcionados, con el incumplimiento de la promesa de reintegrar la inversión en 24 h a quien lo solicitara.
Todo esto lo pongo por escrito en mi petición de arbitraje en Mayo de 2013, y ahora en Enero de 2014 me escribe la gestora de mi actual sucursal, en el barrio de Montecarmelo, diciendo que me han remitido una carta a mi domicilio (falso) con la desaprobación de mi solicitud. Pido el informe de KPMG y de momento no me lo remiten.
He llegado a escribir al Sr. Director General, Sr. Goirigolzarri, a su email, sin respuesta hasta la fecha.
Tengo grabado el programa de Salvados de Jordi Evolé,. dedicado a las preferentes, con jugosas declaraciones de los 2 ex-presidentes de la CNMV durante el período de comercialización de las preferentes.
En fin, qué más se puede hacer para denunciar a esta gente y este tipo de prácticas. Han utilizado el dinero de los preferentistas para el pre-rescate de la banca, y ahora tienen que pagar por ello, con pena de cárcel,. y que devolvernos a los incautos clientes el 100% de nuestras inversiones, contratadas bajo engaño.
Ángel Espinell
Madrid
Estimado Sr. Director:
Respecto de mi anterior comentario, permítame rehacer un párrafo que veo no ha quedado del todo claro:
«(…) Posteriormente, en un contacto directo,. sin papeles, en la oficina, me convencen la directora de sucursal y la gestora comercial, para continuar con la operación,. gracias a asegurarme ellas a mí, como ha declarlado a los medios D. Antonio Gómez, ex-director de sucursal de Caja Madrid de Linares, despedido por Blesa por pagar de su bolsillo pequeñas cantidades a preferentistas decepcionados, que en caso de desear yo realizar el reintegro de las preferentes, éste se podría llevar a efecto con un +-1% de diferencia en el precio nominal sin problemas en 24 h a quien lo solicitara, procesando mi petición internamente en la entidad, de la misma forma en que yo había adquirido dichas participaciones (…)».
Saludos.
Ángel Espinell
Madrid